“Os aseguro que alguien se acordará de nosotras en el futuro”. Safo de Lesbos. Siglo IV a.c.
Creo que de todas las estrategias utilizadas a lo largo de la historia por los grupos de poder para reforzar sus estructuras de dominio, el ejercicio del ostracismo puede ser una de las más retorcidas y eficaces. Sobre todo porque los buenos resultados vienen dados por una gran simpleza: lo que no se nombra no puede ser contradicho, sostenido o refutado. Simplemente no existe.