Primer y segundo premio para Alas de Papel tanto en el concurso de relatos de Archidona como en el de Benalmádena

Mercedes Suárez y Salvador Rivas, en la entrega de premios de Benalmádena

El colectivo literario antequerano Alas de Papel ha sumado cuatro nuevos premios en un solo día, al obtener primero y segundo tanto en el concurso de relatos Plaza Ochavada (organizado por el Ayuntamiento de Archidona) como en el Vigía de la Costa (del Ayuntamiento de Benalmádena). Ambos certámenes hicieron públicos sus galardones el pasado viernes.

En Archidona la ganadora ha sido Mercedes Suárez, con el relato titulado Un año cualquiera, la crónica de las relaciones entre varias personas cuyas vidas transcurren sin aparente intensidad, pero en las que sin embargo las emociones están muy presentes. El segundo puesto ha sido para Salvador Rivas por Octogonal, una historia con rasgos de ciencia ficción, en la que las nuevas tecnologías y el control de los datos personales dibujan un paisaje inquietante.

Los premiados en Benalmádena, con la concejala de Cultura, Elena Galán

En el concurso de Benalmádena se han invertido las posiciones, ganando el primer premio Salvador Rivas y el segundo Mercedes Suárez. Rivas ha abordado en su relato Felicidades la fragilidad de la vida privada y su escrutinio externo, mientras que Suárez ha compuesto en Cadencia una historia de pasión musical, sorpresas y misterio.

Miembros del jurado del certamen Vigía de la Costa, organizado por el Ayuntamiento de Benalmádena

Mercedes Suárez y Salvador Rivas son miembros de Alas de Papel y están entre los autores de Almas negras (Ediciones del Genal, 2017), el libro de relatos recientemente publicado por el colectivo literario antequerano. Almas negras está a disposición del público en la Feria del Libro de Antequera, librerías locales, Proteo y Agapea en Málaga, y en las correspondientes páginas web.

Con estos cuatro premios los miembros de Alas de Papel alcanzan ya, en conjunto, las treinta distinciones literarias, conseguidas en varios certámenes en los últimos años.

Fotografías: Lorenzo Piñero