En la jornada de ayer, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Alas de Papel realizó una actividad junto con Acilia-Asociación de Mujeres Progresistas de Antequera. Consistió en la difusión en redes sociales de microrrelatos, citas literarias, un video y un podcast sobre el tema. En esta entrada de nuestro blog ofrecemos el material al completo, que aúna esfuerzos de los dos colectivos y, también, la inexpugnable relación entre la cultura y los valores sociales.
jueves, 26 de noviembre de 2020
martes, 24 de noviembre de 2020
El truco final
Apenas había sido ocupada la cuarta parte del aforo, muy por debajo de lo permitido. Un hombre mayor, vestido con traje y chistera, apareció al abrirse el telón. Se mostró indeciso por unos instantes, rebuscó en los bolsillos de su chaqueta, también en los del pantalón, se alejó hacia la zona en penumbra del fondo hasta casi desaparecer para volver con el objeto inicialmente extraviado: una varita negra. El viejo mago, cuya especialidad eran los juegos de manos con cartas y monedas, con cubiletes y pequeñas bolitas y toda clase de números semejantes, que gustaba del contacto y la proximidad, se hallaba ahora nervioso y desubicado. El escenario le parecía inmenso y el público irreal ante la lejanía impuesta y la uniformidad de sus rostros semiocultos.
miércoles, 18 de noviembre de 2020
Ignífugo
Premio Talento Joven - VIII Certamen Literario María Carreira
Hacía frío en aquel porche, allí petrificada como una estatua, ataviada tan solo con un jersey y el viejo abrigo de su padre, que la protegía contra el viento y a la vez era una armadura para entrar en aquella casa.
jueves, 12 de noviembre de 2020
Lucía o La tristeza de Cristina
Lucía salió a la terraza dejando un rastro de hojas secas a su paso. Sorteando tiestos desportillados se aproximó al balcón; una hilera de macetas ensartadas en aros de hierro mostraba a los transeúntes restos de plantas agonizantes en un entramado parduzco de tallos sin hojas ni flores, que se sostenían enredados entre los barrotes de la barandilla. Apartó con el pie un tetrabrik vacío de leche y zumo de uva que rodó hasta una esquina en la que el viento había acumulado un batiburrillo de tierra, envoltorios de chicles y colillas. Indiferente al polvo que lo cubría todo apoyó los codos en el antepechillo, comprobó la hora en su reloj de pulsera y ajustando algunos mechones de pelo con horquillas, descuidadamente, se asomó a la calle.